Los argumentos de CCOO para la convocatoria de elecciones, según se desprende del entrecomillado de la noticia publicada en El Día el viernes 23, no tienen desperdicio.
"Era innecesario prorrogar esta situación..."
O sea, que 365 días después, como que aún no lo tenían muy claro. Hasta Hugo Chaves (el de la República Bolivariana), se había interesado en saber como se mantenían de manera vitalicia.
Pero, sigamos leyendo:
"...los órganos de
representación de los trabajadores
deben estar sujetos a los habituales
controles propios de una sociedad
democrática..."
¡Toma! Si se llegan a pasar por el forro lo de los controles esos...
Aún hay más:
"...no se puede prescindir de la incor-
poración de nuevas sensibilidades
en los procesos de negociación..."
¡Anda, no me digan que van a permitir la entrada de gente nueva!
Sigamos leyendo a ver:
"...lo que supondrá además
un revulsivo para aquellos que
desde hace muchos años se dedican
a tareas sindicales”.
¿Años? ¡Siglos! Hay quien nació y ya era sindicalista. Como dice un amigo: "mi hermano tiene una cartera con muchos compartimentos donde lleva los carneses de todos los partidos. Así, gobierne quien gobierne no tiene problemas". Pues eso.
Vale, apuntado queda, pero me juego billetes de 500 ebros contra botones a que siguen los mismos. ¡Qué diver se va a poner esto!
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